Lo mas probable es que muchos recuerden la historia de David y Goliat recogida en la Biblia. La representación perfecta en la que el joven de estatura pequeña se enfrenta al gigante y le vence tan solo con una honda y una piedra. Goliat era un gigante que se burlo de los israelitas por 40 días y noches. Los retó a que buscaran a alguien que se enfrentase a él y quien perdiera se convertiría en esclavo del otro, pero todos los israelitas le temían por su gran tamaño.
Todos tenemos una batalla que pelear, ya sea que estés enfrentando un problema familiar, una situación con tus hijos, problemas económicos, una enfermedad crónica o algo como el rechazo de los que te rodean; todas estas también son luchas interiores.
No siempre tenemos las fuerzas para enfrentarnos a estas dificultades, no siempre estamos en la mejor posición ni tenemos los ánimos por el cielo o la autoestima alta para decir yo si puedo.
HOY QUIERO PEDIRTE QUE NO TE RINDAS PORQUE ESTAS A PUNTO DE GANAR LA GUERRA.
No hay que estar fuertes todos los días sino débil para ganar la sensibilidad que se necesita para seguir adelante.
No es un camino fácil, pero nadie dijo que lo seria. Enfrentar tu gigante te hará fuerte y aprenderás a confiar mas en ti mismo. Tal vez no ganes la pelea y el miedo te invada, mas es en ese momento tienes que levantarte y seguir luchando. NO TE DES POR VENCIDO. Vendrán días de lluvia, días de sequia, pero el sol al final siempre sale. Confía en el proceso de lucha y recuerda que si aún no obtienes la victoria es porque tu batalla no ha llegado a su fin.
No importa que tan grande sea tu gigante, no importa que tanto dinero debas, que tan dañada esté la relación con tus hijos o que tan terminal sea tu enfermedad. ES TIEMPO DE LUCHAR. Defiende eso que quieres y lucha por ello porque el verdadero valiente nunca abandona el campo de batalla hasta que no se retira con el triunfo en mano. Levántate y llénate de fuerza y coraje, agarra tu piedra y háblale a tu gigante.
Tu lucha no es con los hombres ni delante de ellos, tú lucha está en tu mente y en tu corazón. Ahí donde nadie te ve o escucha se que tienes las mas oscuras batallas, pero tú puedes ser mejor cada día si así lo decides. Eres fuerte, así como David que tal vez no tenia el tamaño o la experiencia para enfrentarse a Goliat, él tenia algo mas grande “tenia a su Dios”
Si eres como David, yo te pregunto hoy, ¿Qué tienes tú?
Eres inteligente, eres valiente, eres audaz y por sobre todas las cosas tienes la fuerza para levantarte y PELEAR TU BATALLA.
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